viernes, 20 de julio de 2007

Me verás volver

Dicen los cinéfilos que las segundas partes nunca fueron buenas. Pero, más allá de lo que digan, ya está: ya tengo mi entrada para ver a Soda en River, el 4 de noviembre. Me gusta su música y, para que negarlo, hay muchas emociones detrás de cada tema. Es que difícilmente exista otra banda que vuelva a marcarme a fuego, a mí como a tantos otros. Pero desde el vamos se ve que esta reunión de Soda Stereo, 10 años después del último concierto, no es un arranque de nostalgia ni una locura del momento, sino que detrás hay algo así como seis millones de razones –todas ellas dólares americanos– que la justifican.
El diseño de esta gira, que se inicia el 19 de octubre y comprenderá shows en Argentina, Chile, Perú, Venezuela, Panamá, Estados Unidos, México, Ecuador y Colombia, no incluye disco en vivo, pero el sello SonyBMG ya anunció la aparición, en las próximas horas, de un Grandes Exitos de 18 temas remasterizados en Estados Unidos. El tracklisting del disco Me verás volver (Hits & +) y la tapa pueden verse aquí.
Dicen que los ensayos recién arrancarán a fines de agosto y que se acotarán lo máximo posible en el tiempo para evitar las fricciones que todavía existen entre Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti.
La historia de los tres era bien distinta. Después de dos discos que no lograron cautivar al público, Cerati lanzó el consagratorio Ahí vamos, volviendo a los estribillos expansivos de los tiempos de Soda. Zeta volvió al escenario no hace mucho, colgándose el bajo de Catupecu Machu. Y Alberti, después de casi una década de cyber empresario, formó la banda Mole y grabó un disco.
¿Por qué ahora el regreso? Confluyeron varios motivos. A la seriedad de la oferta económica, hay que sumarle la recomposición de la relación entre los tres (aunque está claro que no hay amistad) y el posicionamiento artístico de cada uno. Se dice que, recién después de de meter 250 mil personas en un recital, Cerati pudo pensar en el regreso de Soda. Y es obvio: no quería que se tomara a Soda Stereo como manotazo de ahogado.
En fin… se ve que, con tantas idas y vueltas, seis millones de dólares pueden servir para tomarse la vida con un poco de Soda, ¿no? Y, aunque parezca inocente, me pregunto si otras bandas menos “comerciales” hubieran aprovechado la oportunidad como estos muchachos. ¿Se imaginan el regreso de Los Redonditos de Ricota?
Podés dejar tus sensaciones en este blog. Veremos que pasa después, cuando pase el temblor.