Del año del Ñaupa
Hace algunos días lo tuve a mi viejo internado en la habitación 415 del Allende. Vino el médico, nos dio el parte a mí y a mis hermanos y se fue. Acto seguido, mi viejo tiró una de sus frases más emblemáticas: “Qué tipo macanudo, ¿no?”.
Inmediatamente, supe que había surgido una de esas pequeñas cosas que solía comentar en este blog que tenía abandonado desde hace más de un año. Concretamente: ¿Qué carajo es “macanudo”?
Realmente, me cuesta entender todas esas expresiones del año del Ñaupa que se siguen usando por ahí. Es que uno es un tipo tan moderno, tan regio, tan piola, que es difícil que me cachen con algo así.
Pero bueno… Qué acelga?, como andamio?, que me contuski?, Todo viento? Tanto tiempo che…
Fui un gil de goma porque, aunque estuve muy ocupado, bien podría haberme hecho un tiempito para actualizar este espacio. Tampoco es que mi vida es un “viva la pepa”, pero con un mínimo de organización… santo remedio.
Les cuento una cosita más: el miércoles venía por el centro, relojeando permanentemente porque se me hacía tarde. En la esquina de General Paz y 9 de Julio, me topé con una parejita que estaba tranzando mal, a plena luz del día.
Me llamó la atención, porque lo habitual es que chapen a oscuras, pero la sorpresa fue mayor cuando reconocí que la chiruza era una amiga que hacía añares que no veía. Cuando me fichó, se despidió de su cotejante y me contó la historia.
Resulta que esta mina tenía un novio que era un buen mozo de aquellos, del que se había enamorado jugando al verdad-consecuencia, pero –según dice ella– al pibe le chiflaba el moño seguido. Por eso lo dejó.
Sin embargo, no le costó mucho olvidarse del churro de su ex, porque apareció este flaco que le arrastra el ala desde hace un par de semanas. Mucho no le creí, porque de la forma que atracaban… se notaba que el guaso ya le había tirado todos los perros.
Se quedó mal, pobre. ¡Qué plato! Ponerse mal por una chuchería. Y ahí nomás seguí viaje, porque quería comprarme un vaquero antes de ir al diario.
Bueno muchachada, volviendo a lo primero: si conocen más de esas expresiones tan copadas como “macanudo” (todos tienen algún don Giletta en la familia), las pueden dejar en los comentarios. Y a ver si coincidimos en alguna americana o nos juntamos a jugar al Estanciero un día de estos.