martes, 20 de febrero de 2007

¿Qué sería de mí...?

Días atrás, la charla por MSN con mi amiga Giovanna derivó en un tema fascinante o abominable, según con qué ojo se lo mire. La cuestión es: ¿Qué sería de cada uno de nosotros si, en los momentos de decisión, hubiéramos optado de otra manera?
En realidad, la pregunta no debería plantearse en tiempos pretéritos, ya que seguimos tomando decisiones todo el tiempo, decisiones que condicionan nuestra vida. A cada rato elegimos tomar un camino y, al mismo tiempo, dejamos quién sabe cuántos sin transitar.
La propia Giovi hizo un aporte picante citando a Milan Kundera, el autor de La insoportable levedad del ser. Allí, Kundera sostiene que nuestros actos ni siquiera alcanzan a ser el borrador de nuestra propia vida, ya que el borrador es algo que después se formaliza en una obra final, pero nuestra vida no. Es decir: el Deja Vu es sólo un espejismo; nuestra vida es una y única y nuestras acciones, por lo tanto, no pueden repetirse en el tiempo, por lo que el hombre nunca puede saber si lo que elige está bien o mal, ya que no tiene forma de corroborarlo.
A veces daríamos cualquier cosa por saberlo, por ver una película que nos muestre cómo hubiera sido todo en el caso de haber optado distinto. No se puede y, quizá por eso, convivimos con el error a cada momento y lo justificamos infinitas veces. Al fin y al cabo, “errar es humano”. Imagínense que, si supiéramos de antemano cómo proceder correctamente, al fallar (porque lo seguiríamos haciendo, aunque deliberadamente) la culpa sería absoluta y el perdón injustificable.
Por otra parte, pensar que uno siempre equivoca el camino es tan errado como creer que todo tiempo pasado fue mejor. Igualmente, suponer que siempre acertamos es el acto de mayor pedantería que puede tener un ser humano. Incluyo en esa categoría a quienes creen distinguir con absoluta certeza, por conciencia o simple impulso, entre lo malo y lo bueno, lo conveniente y lo inconveniente, lo santo y lo diabólico, lo verdadero y lo apócrifo.
Tremendo dilema éste al que nos expone la libertad y que viene a echar por tierra a la superstición. Si mi propio destino ya estuviera escrito por la astrología y los signos del zodíaco, estaría condenado a tener la trascendencia de Dalmacio Vélez Sársfield, Yoko Ono (foto), John Travolta, Mariano Mores o Enzo Ferrari, celebridades que también nacieron un 18 de febrero (de paso, gracias a los que se acordaron de mi cumple).
Las opiniones, como siempre, serán bienvenidas.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Pablito.
Me pareció buenisima tu reflexión. Cuando la leía me vino a la memoria una película protagonizada por Adam Sandler que se llama “Clic”. En ella el protagonista, en su afan de trabajar para obtener un buen trabajo y ofuscado por su vida, descuida lo mas importante: la familia
Un dia se encuentra con un inventor que le da un control remoto con el cual el puede hacer avanzar o retroceder su vida cual película. De esta manera el puede ver que va a ser de su vida profesional y familiar y no le gusta lo que ve. Alcanza sus metas profesionales pero pierde su familia. De esta manera vuelve al presente y puede cambiar su vida para que ese futuro no suceda.
Yo pienso que esto estaría bueno para poder determinar, de ante mano, que caminos tomar en la vida o bien, volver al pasado para corregir el presente y solucionar el futuro pero…..tambien creo que la vida, dura de por si, carecería de ese encanto que le da la incertidumbre y la sorpresa de lo que vendra en el futuro. A parte, si el presente no es bueno y te gustaria volver al pasado para remediarlo yo diría que es mejor tratar de mejorar ese presente adverso y proyectar un mejor futuro.
Bueno…esa es mi humilde opinión

Saludos….Romy

Anónimo dijo...

Querido Pabli, me parecio genial tu nota, vos sin saberlo tocaste un tema que yo venia tratando de manejar y poder llevar adelante, el tiempo, la vida, el pasado, lo q hicimos y como seria haberlo hecho d otra manera. No hay respuestas, solo hoy, lo que tengo ya, lo q puedo decidir ya, si Dios quiere tendre mañanas, pro para no fastidiarme mas la cabeza mejor me relajo y pienso q lo q hice d tal o cual forma fue xq asi tuvo q ser y lo q vendra q Dios me ayude. La vida es una sola, y estamos expuestos a lo que sea, esta en nosotros no dejar que el error o los temores sobre la vida nos eviten ser felices, somos humanos, y como tales sobrevivamos en este mundo de preguntas en busca de respuestas.. Hay una leyenda sobre la vasija agrietada, bueno, tu nota refiere a ella, todos somos vasijas agrietadas, q a pesar de la grieta hacemos crecer flores x donde pasamos, xq d ella cae agua q riega el camino, no siempre el error nos lleva a herrar. Q todos cosechemos flores Pabli, asi lo deseo.
Te quiero mio Pabli y nuevamente que tengas un fenomenal año con grandes cosechas de flores!
Tu sobrina

Anónimo dijo...

Pablex,
La verdad muy bueno el artículo, y al leerlo no podía dejar de pensar en una película que vi hace un par de años que si mal no recuerdo se llamaba, “Dos vidas en un instante”.
La peli trata de una chica a la cual despiden de su trabajo y cuando se esta volviendo a su casa, pierde el subte..A partir de ahí se rebobina y empiezan como dos historias paralelas, la que muestra que hubiera sido de su vida si ella alcanzaba el subte y la otra (la verdadera), lo que le pasa al perderlo..
En este caso, la historia hace hincapié en el destino y no en nuestras decisiones, pero igualmente creo que en alguna medida se relaciona con lo que escribiste ya que muestra como un simple hecho puede alterar todo el transcurso de nuestra vida..
Se me vino a la mente y me empecé a preguntar eso, que seria de nuestras vidas si las decisiones que tomamos en algún momento hubieran sido diferentes.., pero creo que si bien muchas veces caigo en esta tentación, vuelvo a la misma respuesta..
Lo mejor que tiene nuestra vida es eso... la libertad de elegir y escribir nuestro destino..., sin saber lo que nos depara el futuro y con la certeza de que con cada elección lo vamos modificando..., siempre y cuando sepamos que es lo que queremos y estemos convencidos de esto.., creo que nunca va a estar mal lo que decidamos..
Bueno, como te prometí, va mi opinión.., te mando un beso..

Lore

Anónimo dijo...

Quería decir al respecto que a mi me pasa distinto que a todos uds. Cuando analizo las causas y los efectos de porqué elegí de una determinada manera. Siempre pienso que todas las deciciones que tomé las tomé bajo el convencimiento de que eso era lo que yo quería o creía en ese determinado momento o que fueron deciciones tomadas con el corazón,así las consecuencias hayan sido favorables o no. Lo cual me parece más saludable siempre y cuando uno pueda materializarlo como un aprendizaje, sobre nosotros mismos, sobre los otros o sobre la vida. Crecer cada vez que decidimos,crecer cada vez que analizamos lo que pasó o como terminó. Cada cosa nos enseña algo, la sabiduría está en poder darnos cuenta de ello.
Todo esto me lleva a recordar cuentos que leí en mi infancia "Elije tu propia aventura", eran tantos los caminos, eran tantos los finales... Algunos preferían determinados caminos, algunos pensaban que ciertos finales eran buenos y otros pensaban que esos mismos eran malos. Uno podía volver a leerlo eligiendo otro camino y terminar distinto el mismo cuento, donde uno era el principal protagonista. En la vida muchas veces no se puede volver atrás y saber como hubiese sido "si tal vez.." a lo mejor hubiese sido peor...quien sabe. Por eso y como no sabemos. Sigamos mirando hacia adelante, pero sin olvidar lo aprendido!!

Anónimo dijo...

A nooo...... semejante calidad de blog y yo recién me entero de su existencia!!!!! no vale...!!

todavía repiquetea en mi cabeza "la culpa sería absoluta y el perdón injustificable...",
me encantó!

saludos
meri layus

yo adoraba a Sissí emperatriz dijo...

como dijo pablo, surgió una charla sobre temas del blog y terminó en este dilema. me aparecen ahora palabras en la cabeza como casualidad, fatalidad, intuiciones, compromiso, ilusión, culpa, satisfacción, recorrido... al fin y al cabo todos hemos cuestionado o reflexionado sobre nuestra "otra" vida si hubieramos hecho otra cosa en ese o esos momentos. creo q vivimos sin conocer todo lo q podríamos, inmersos en lo cotidiano q muchas veces es limitado y limitante, cada camino nuevo nos abre un mundo distinto, quién sabe? yo,por ahora, no. saludos a todos!

Anónimo dijo...

Lástima, había escrito un comentario extenso, pero ahora no creo que me salga ni parecido. En síntesis es así, para la gente de oriente, que se toma las cosas con cierta calma, la mente nos patea en contra, como el colombiano del mundial 94 que después liquidó la mafia.
Todo el tiempo estamos pendientes de lo que nos pasó y de lo creemos que nos va a pasar. Esto quiere decir, que a veces sufrimos recordando viejos sufrimientos, y otras también sufrimos pensando que vamos a sufrir, es decir, hacemos agua a lo loco.
Si lográramos de vez en cuando ponder la mente en blanco, no pensar por un instante, sería posible limpiar lo que pasa de lo que pasó o creemos que pasará. Puedo pecar de paulocoelhista, aunque no es mi intención, pero la cosa es más simple de lo que parece. Tenemos que desarrollar la capacidad de vivir la vida que nos toca, pudiendo cambiar el signo a muchas situaciones, y esforzándonos por dejar que las sensaciones pasadas que nos hicieron sufrir no se interpongan en la vida, buscando que los temores respecto del futuro no sean más que advertencias para no caer en esos errores que tanto tememos.
Evidentemente, este comentario es un bodrio, lástima que se me perdió el otro.
Pero ahora no voy a vivir lamentándome por ello, ja

Anónimo dijo...

Hace un rato había decidido empezar por escribir: “el destino”. Pero opté por arrancar por: “hace un rato...” Nada hizo que estos segundos de profundo pensamiento haya cambiado algo de lo preestablecido por el enigma de un futuro incierto. Por el contrario, leyendo la nota del recientemente vanagloriado por el paso del tiempo (feliz cumple pablito, pero el 18 estaba bailando samba en Río de Janeiro) y los comentarios sumamente interesante de quienes han participado con el acierto único de sus plumas particulares, sólo puedo expresar que felizmente nunca podremos saber “qué hubiese pasado si...”. Por suerte no lo sabremos. Lo que sí aprenderemos es que aquellos mal llamados pasos equivocados han sido solo huellas hacia nuevos caminos, destinos que están marcados en un final impredecible, como el preguntarnos si luego de leer estas líneas se nos parará el corazón o si recibiremos ese llamado tan esperado o si la necesidad de ir al baño nos topará con un divertido aviso clasificado, un bizarro texto de revista de domingo o un lindo precio en un folleto de ofertas. Pero si hay algo más hermosamente impredecible es determinar que al regresar a algún lugar que vaya a saber cuál será, nos encontremos con una estupenda escena de De Niro en nuestro zapping, un alfajor olvidado en nuestra heladera o una vecina/o que llame a la puerta por algún pedido doméstico para terminar enamorados.

Anónimo dijo...

¿alguien me puede explicar por la página no se actualiza o realmente la última nota colgada data del 20 de febrero? si es lo segundo, ¿qué pasa pabalito, se inundaron las ideas? ¿se bloqueó el cerebro? ¿chocaron las neuronas?
espero respuestas

Anónimo dijo...

Claro que me gustaría tener una brújula, máquina especial o varita mágica que me dijera qué debo hacer en tal o cual oportunidad para no equivocarme. Pero a la vez creo que esas pequeñas dudas o momentos difíciles son una especie de "reto" o desafío, y lo mejor es afrontarlos. La vida sería muy aburrida si supiéramos de antemano todo lo que nos sucederá si optamos por un camino u otro.
Por otra parte, soy realista, y cada vez que me enfrenté con una situación complicada tuve que decidir por mi cuenta, sin fórmulas mágicas. En ese momento estuve yo solita, y tuve que optar: una cosa o la otra. Y a veces acerté, otras no. Pero siempre me hice cargo, y creo que eso tambien cuenta. Es mi humilde opinión.
Un abrazo. Patricia K.